domingo, mayo 06, 2007

SEA LO QUE SEA. LA GRAN ESTAFA.

Cuando salí del colegio, más barco pirata que lo de costumbre y luego de percatarme de las quinas por doquier de mi puntaje P.S.U, decidí, ósea tenia decidido, entrar a un preuniversitario. En la esforzada hazaña de ir a elegir uno, me acompañaron Zana - Mafla. En la misma para mía, nomas. Mas preocupado de las piscolas que del estudio. Luego del tedioso viaje hasta escuela militar. Poco acostumbrado el trió de regalones, pues. Nos decidimos a visitar los dos preuniversitarios, que alguna vez escuchamos publicidad hueona. Cepech y Pedro de Valdivia. En este ultimo entramos primero, nuestros cálculos estimaban que un preuniversitario costara 40 mil pesos. Máximo. Sentados ya con un hueón de blanco vendiéndote la pesca, llenándonos con carpetas de buena calidad y papeles choris, que te hacen ver ajetreado y estresado. Nos dice que la huea salía 120 lucas. Nos cagamos de la risa frente de el.
Estamos tirados, fue lo que pensamos. Con la cabeza agacha, emprendimos rumbo a la competencia, Cepech. En el camino, descubrimos, y ojo que lo descubrimos, el inolvidable preuniversitario SEA. Entramos al puro pedo. Nos atendió una vieja que chorreaba en la buena onda, nos hablo de un sistema alemán. La gracia era que tú estudiabas poco, por que la chuchá era mágica. Medio a medio, le dio la vieja. Nos pidió los datos, y eso ya era otro show, por que ustedes entenderán que mi número de teléfono no me lo sabía. Entonces la señora preguntaba y yo le daba el número del Mafla como mi número, el Zana me ayudaba y le dictaba mi celular, cuando rellenaban los datos de ellos quedaba la media caga, por que los tres teníamos el mismo celular y yo con el Mafla el mismo numero . Y no viviendo en la misma casa. Nos aprendimos el Rut, eso si, tanto ajetreo con eso de la P.S.U. El Mafla salió encantado, y prometió un ramo de flores a la que a esa altura, era nuestra salvación. Dijimosvamos al cepech por si acaso, alomejor mas para arriba encontramos otra pica. En el fondo ya habíamos decidido. SEA.
Las viejas fueron a matricular a la casa, si…a la casa. Teníamos un pasaje a Europa ya asegurado, la probabilidad era altísima, éramos tres matriculados, y el viaje se regalaba onda, ahora ya. Imagínese al Mafla en el coliseo romano, con una bufanda purpura, con su sonrisa de caballo exhibido en algún fotolog.
Las clases se fueron aplazando. El verano se había ido hace rato. Y no sospechábamos nada, después de que nos hayan cambiado de sede, así por así, el Mafla seguía en Santiago, las matriculadas en casa, la sede en ruinas, que nosotros éramos los apoderados, pero las viejas también firmaban. Y que ya estaban matriculando hueones por el cuarto del precio. Pal pico.
En la tele veo a mi primo, que había matriculado a su hermana…sujetando un candado mas grande que la xuxa. Nos habían cagado en mala. La ejecutiva se había ido a la mierda. Con cualquier plata en el bolsillo. Había vendido los pagares a un factoring. Empresa que después se encargaría de cobrarnos con el amparo de la ley. Mi deuda es cercana a los dos guatones, figuro en dicom por una plata que nunca debí. Por un servicio que nunca recibí. Imagínese nuestra vida comercial se murió a los 18 años de edad. Y si nos compramos alguna hueaita, corremos el peligro de que se las lleve no se quien chucha. Éramos.



saludos.