Tres leches, tres errores.

Mi papà siempre ha estado en este asunto de los negocios, mi familia en general.
Nunca pensé que me iba a picar el bichito, activar el gen, que se yo, de formar mi propia pyme. La idea nació al saber lo profesional que es la Paula haciendo esto. Yo pongo la panadería, ayuda y tú el talento. La idea empezó a tomar forma, mi papa hizo unos pedidos de tartaletas y le metí a la fuerza unos pies de limón, me conseguí unos pedidos de torta para el fin de semana, pero a la Paula, le pidieron unas tres leches para el día martes. Hicimos el biscocho el domingo en la noche, salvo de unos pequeños detalles de poco manejo con el horno todo bien. Bkn.
Hoy lunes la íbamos a rellenar. Cuando llegue a la casa, la Paula tenía la torta rellena, faltaba el soplete para quemar el merengue ahora ya!, comencé a cambiar el gas del soplete, yo ajeno a esas cosas, lo coloque mal, el gas empezó a expandirse por mi casa, el butano congelo mis dedos, congelo el procedimiento de la torta, quedamos sin gas, quedamos sin torta, desvanecida por el ultimo paso en cuestión. Nuestra primera torta fallo, en el último paso, pero fallo. Nuestro libro de contabilidad esta negro, con cifras negativas. Rendirse, jamás. Eso.